Cocina molecular 


La cocina molecular es el producto de una innovación gastronómica que convierte cada receta en una experiencia casi de laboratorio, cambiando las texturas conocidas hasta ahora y potenciando al máximo los sabores.
A través de técnicas como la esferificación se puede conseguir reducir en cápsulas, esferas o perlas determinados alimentos que, al paladearse, estallan en la boca con todo su sabor. Del mismo modo la cocina molecular tiene especial inclinación por las mousses, espumas y aires, y por las gelatinas y emulsiones, todas ellas texturas.